La nostalgia del tiempo.

Hay tiempo para todo. Solamente es una cuestión de perspectiva.

Tal vez tienes el deseo de ser un escritor, un cineasta, un pintor, un músico… el sueño de ser un gran artista. Tener la ilusión no basta, no da de comer, no paga la renta. Mientras llega la oportunidad trabajamos para poder vivir y ponemos en pausa lo que nuestra alma nos dicta—por lo general alejado a nuestros deseos—.

La espera es eterna; tenemos que ser pacientes. Algunos lo logran a la primera, otros pasan su vida entera detrás de ese sueño que parece nunca llegar.

Un poco de matemáticas para cambiar la perspectiva y ver nuestras posibilidades. Digamos que deseas ser escritor y tener una primera novela para mostrar. Una novela promedio tiene entre 70,000 a 90,000 palabras totales. Una persona con todas sus capacidades físicas escribe en promedio 1,000 palabras por hora a mano o en máquina. Por supuesto, escribir durante una hora seguida no es sencillo, la creatividad no siempre fluye como uno desea, pero sí es posible escribir 250 palabras al día, esto es igual a una página al día. Entonces, con poco de disciplina y determinación, una persona podría escribir 360 páginas al año, que es lo mismo a 90,000 palabras.

Es fácil sentirnos abrumados al hablar de crear una obra y pensar en totales. Pero cuando desglosamos un proyecto en pequeñas porciones de tareas alcanzables a nuestras posibilidades, todo se ve más sencillo.

Al final lo único que necesitas es encontrar cómo organizar quince minutos al día para dedicarte a aquello que deseas.

Otro dato a tomar en cuanto para finalizar. Mañana no existe, insistimos en creer que existe, pero es un día que nunca llega. Ayer nunca va a volver. La oportunidad de hacer algo ahora, es ilusoria y el arrepentimiento por no aprovechar el momento es pesado.